Cómo hacer Cerveza | Manual de Instrucciones

Si tienes un Kit de Cerveza Artesanal con extracto o estás pensando en comprar o regalar uno, este manual de instrucciones te ayudará a cómo hacer cerveza casera y a conseguir una buena cerveza desde la primera vez. Es una forma fácil de hacer cerveza en casa y con los instrumentos habituales que hay en casa. Antes de empezar es recomendable las instrucciones enteras, hasta estar seguro de que se entienden bien y no hay imprevistos. Se necesita aproximadamente una hora el primer día para el proceso de limpieza del material, la preparación de la malta y el inicio de la fermentación. Durante la semana siguiente sólo necesitará unas 2 horas para la limpieza y esterilización de las botellas y el embotellado. Estas son las instrucciones para los kits de extracto de 23 litros, pero son similares para los de menos litros.Kit Cerveza Artesana

con este manual de cómo hacer cerveza. Si sigues bien las instrucciones, te sorprenderás de lo fácil que resulta hacer una buena cerveza en casa. Lo más importante de la elaboración de cerveza y que te asegurará el éxito es una limpieza perfecta de todo el material que entre en contacto con la cerveza. Segundo, deberás entender bien todos los pasos de las instrucciones y por último, seguirlas bien sin salirse de ellas sobre todo en lo referente a las temperaturas y los tiempos señalados, para no cometer errores. Sugerimos también llevar un pequeño diario e ir anotando todo lo que hacemos, las cantidades y las medidas que vamos tomando, para que nos sirvan de referencia para la próxima vez que volvamos a elaborar cerveza.

Elaboración de Cerveza: Primer Día

Tabla de Contenidos

Instrumentos necesarios:

  • Cubo de fermentación con tapa
  • Grifo
  • Junta de goma
  • Válvula de fermentación
  • Espátula oxigenadora
  • TermómetroDensímetro
  • Kit de Cerveza: extracto de malta, lúpulo y levadura. Distintos kits según el tipo de cerveza.

Además, se necesita una olla de acero inoxidable de 4-5 litros o de esmalte, un vaso de cristal y una cuchara o espátula no metálica.

  1.  Limpieza:

    Es probablemente la parte más sencilla pero a la vez más importante de todo el proceso de elaboración. Una buena limpieza y esterilización nos evita contaminaciones y malos sabores.Colocar en uno de los cubos un grifo, asegurándose de que el grifo queda en posición de cerrado y bien ajustado por los dos lados. Para hacerlo, desenroscar el grifo y poner la rosca por dentro. Introducir el grifo con la junta por la parte de fuera del cubo y enroscar.

    Llenar el cubo de agua hasta los 5 litros, añadirle 1 cucharadita del polvo esterilizador Oxi por cada litro de agua caliente y remover para disolver el polvo. Introducir en el cubo todos los elementos que van a entrar en contacto con la cerveza,: espátula, termómetro, junta, válvula, y un vaso. Dejar actuar 2-5 minutos. Con la mano o una esponja limpiar toda la superficie del cubo por dentro y la tapa. Al terminar, dejar salir por el grifo el líquido. No aclarar. Si se tiene la piel muy sensible, recomendamos utilizar unos guantes de goma o látex al utilizar el limpiador.

  2.  Rehidratar la levadura:

    La levadura que después se utiliza para la fermentación, hay que rehidratarla. Hervir durante unos minutos medio vaso de agua, retirar del fuego y echar en un vaso limpio y esterilizado. Dejar que se enfríe hasta que baje la temperatura a 27ºC±3º, utilizando el termómetro esterilizado. Espolvorear la levadura en el vaso, tapar con film de plástico o un plato y esperar 10-15 minutos a que se active.

    Rehidratación levadura cerveza

    A continuación remover para que se forme una especie de crema que posteriormente añadiremos al cubo de fermentación. Importante: No añadir la levadura al agua hasta que la temperatura baje a 27ºC±3. Si se añade mas caliente, podríamos matarla y quedaría inactiva.

  3. Preparación de la malta:

    Sumergir las latas de malta en el fregadero con agua caliente durante unos 10 minutos para hacer más manejable su contenido, ya que es muy espeso. Mientras tanto, en una olla de acero inoxidable o esmalte (nunca utilizar una olla de aluminio ya que reacciona con la cerveza y tomaría un mal sabor) de unos 5-6 litros de capacidad, poner a hervir 2-3 litros de agua. Cuando el agua rompa a hervir, retirar la olla del fuego y añadir el contenido de las latas, aprovechando al máximo su contenido. Remover hasta que se disuelva bien.

    Nota: Ya que la malta está lupulizada, sugerimos no añadir la bolsa de lúpulo, a no ser que le gusten las cervezas muy amargas. Para una cerveza más amarga poner la bolsa perforada de lúpulo en una de las latas con agua caliente y dejar que infusione durante 15 minutos. Sacar la bolsa y añadir el contenido de la lata y de la olla al cubo de fermentación esterilizado.

    Cocer Malta Cerveza

  4. Inicio de la fermentación: 

    Añadir unos 5 litros de agua al fermentador y volcar el contenido de la olla desde alto, para que haga un poco de espuma y de la lata con lúpulo si lo hubiésemos utilizado. Rellenar hasta la marca de 23l con agua fría o templada según sea necesario para que el mosto esté a unos 20-22ºC.
    Cuando tengamos la temperatura indicada, añadir la levadura que habíamos rehidratado previamente. Remover durante 5 minutos con la espátula oxigenadora para que se oxigene bien la mezcla y la levadura pueda actuar correctamente.

    Antes de empezar la fermentación hay que medir la densidad original de la cerveza. Tomar una muestra del mosto llenando la probeta, a través del grifo del cubo, hasta tres cuartos de capacidad. Introducir el densímetro en la probeta y tomar la medida al nivel del líquido, que llegará aproximadamente a la marca del 40 (densidad original 1.040).

    Poner la tapa al cubo de fermentación presionando a fondo para un cierre perfecto, introducir la junta en el agujero de la tapa y en ésta, la válvula de fermentación, verter en la válvula un poco de agua con una pizca de limpiador hasta la mitad más o menos y tapar la válvula con el tapón rojo. Dejar en un lugar tranquilo, no muy luminoso y que tenga una temperatura más o menos constante entre 18 y 24ºC.

  5.  Fermentación:

    La fermentación comenzará a las 12-24 horas después de haber añadido la levadura y se notará en que se creará una capa de espuma en la superficie y en algunos casos burbujeará el agua de la válvula, aunque no tiene porque hacerlo si la temperatura es fresca. Cuanto más se acerque a 22-24º, mas se notará el burbujeo. Lo normal es que dure un par de días y luego se pare y apenas se note.

    Aunque parezca que no pasa nada, el mosto sigue fermentando de forma más lenta. Lo ideal es dejar el cubo en un lugar elevado, desde donde luego lo vamos a trasvasar y no moverlo. Así evitamos que el sedimento se mueva y se obtendrá una cerveza mas trasparente.

    Dejar fermentar durante 7-8 días y tomar la medida con el densímetro. Si ya ha bajado a 1014 o menos y esta medida es constante durante un par de días ya se puede embotellar. En caso de que no llegue a esa medida, dejar en el segundo cubo unos días mas.

Nota Importante: Si la válvula de fermentación no burbujea, no significa que no este fermentando. En algunas ocasiones cuando la temperatura es fresca o la actividad no es suficientemente vigorosa, la válvula no burbujeará. En este caso hay que observar si en la parte superior del fermentador se crea un anillo de espuma, sedimentos en el fondo del fermentador, turbidez y descenso de la densidad inicial utilizando el densímetro.

Elaboración de Cerveza: Segundo Día

Medición de la densidad, trasvase y embotellado de la cerveza.

Instrumentos necesarios:

  • Cubo de embotellado
  • Grifo
  • Tubo trasvasador de líquidos
  • Tubo rígido de embotellado
  • Cepillo limpia botellas
  • Chapas
  • Cierra botellas de palanca para chapas
  • Botellas
  1. Trasvase de la cerveza. 

    Después de estar una semana en el cubo de fermentación, hay que trasvasar al segundo cubo previamente esterilizado para dejar el máximo de sedimento en el cubo de fermentación. Hay que tener cuidado de no mover el cubo donde está la cerveza, para no agitar el sedimento. La mejor forma es poner el cubo de fermentación que contiene la cerveza en un lugar alto, por ejemplo una silla.

    Quitar la válvula y la tapa al cubo de fermentación. Colocar un extremo del tubo flexible en el grifo del cubo de fermentación y el otro en el fondo del cubo de embotellado. Es muy importante que el tubo toque el fondo del segundo cubo ya que la cerveza al pasar de un cubo a otro debe airearse lo menos posible. Abrir el grifo y dejar que la cerveza fluya con cuidado hasta el segundo cubo.

    Para que la cerveza quede libre de sedimento tener cuidado de cerrar el grifo cuando la cerveza llegue en el cubo de fermentación hasta la altura donde está el grifo, que es cuando empieza el sedimento. Si ya ha bajado a 1014 o menos y esta medida es constante durante un par de días ya se puede embotellar. En caso de que no llegue a esa medida, dejar en el segundo cubo unos días mas antes de embotellar para evitar que las botellas puedan estallar.

    También se puede dejar unos días mas en este segundo cubo para que la cerveza siga fermentando y clarifique, ya que se depositará mas sedimento de levadura en el fondo. Si se hace esta segunda fermentación, antes de embotellar, volver otra vez a trasvasar la cerveza al otro cubo y luego embotellar. Saldrá una cerveza mucho mas limpia y transparente.

  2. Desarrollo del CO2. 

    Para que la cerveza desarrolle gas y espuma en un periodo corto de tiempo, será necesario añadir a la cerveza una solución de azúcar. Para ello, poner a hervir un vaso de agua y añadir 6 gr de azúcar por cada litro de cerveza. Hervir y dejar que se disuelva bien, durante unos 2-3 minutos. Esperar un poco a que se enfríe. Añadir esta solución a la cerveza ya trasvasada que está en el cubo de embotellado. Remover cuidadosamente con la espátula previamente esterilizada. Procurar no hacer espuma.

    Nota: La cantidad de azúcar que indicamos es si la fermentación ha terminado correctamente, es decir, si la densidad está 1010-1014. Si la densidad fuera superior, se añadirá menos azúcar para compensar con el azúcar de la malta que no fermentada. Si no se hace esto puede que la cerveza salga con mucha presión o incluso que las botellas puedan estallar.

  3. Embotellado. 

    Lo normal es tener un juego personal de botellas que servirán para cada vez que se haga una nueva producción de cerveza y puedan durar mucho tiempo. Las botellas serán de cristal, preferiblemente marrón. Además, hay que asegurares de que sean de vidrio retornable, como las botellas de cerveza que se utilizan en los bares, que son de cristal más resistente.

    No usar botellas de vidrio desechable como las que venden en los supermercados. Son de cristal fino y podrían estallar por la presión al refermentar la cerveza en la botella. También, se pueden utilizar botellas de champagne/cava de 75 cl que son de vidrio grueso o botellas retornables de cervezas extranjeras. Para las botellas de 75 cl se necesitan unas chapas un poco más grandes, de 29mm en lugar de las normales de 26mm y un accesorio para cerrar las chapas de 29mm.

    Tanto las chapas grandes como el accesorio para cerrarlas se pueden conseguir como accesorio opcional en la tienda online. Cuando bebamos la cerveza es aconsejable aclarar las botellas para que el resto de sedimento no se quede pegado en el fondo y se seque, así se evita la tarea extra de rascar el sedimento la próxima vez que vayamos a embotellar cerveza y la posibilidad de una contaminación por los restos que queden.

    MUY IMPORTANTE: No embotellar nunca si la lectura del densímetro es superior a 1014, ya que el proceso de fermentación no ha terminado y las botellas podrían estallar por la presión. Dejar unos días mas en el segundo cubo, como mencionado antes.  Antes de embotellar, las botellas tienen que estar limpias y haber sido esterilizadas justo antes de embotellar. Limpiar todas las botellas con agua y jabón utilizando el cepillo, después aclarar. Para esterilizarlas, llenar el cubo de embotellado con unos 10 litros de agua con polvo esterilizador Oxi en su proporción y dejar reposar durante 2-5 minutos. Escurrir el líquido en el cubo, sin aclarar.

    Ya estarán listas para el embotellado. Esterilizar el resto de artículos que entran en contacto con la cerveza: el tubo trasvasador, el tubo rígido y las chapas. Para realizar esta esterilización es muy util el aparato esterilizador. Ahorra mucho tiempo y producto. Poner en alto el cubo de embotellado con la cerveza. Cortar un trozo del tubo flexible, unos 2-3 cm. Conectar un extremo del tubo flexible en el grifo y el otro, en el tubo rígido de embotellado. Introducir el tubo rígido en el fondo de la primera botella, asegurándose de que toca el fondo.

    Abrir el grifo, y la cerveza empezará a llenar la botella. Cuando el nivel haya alcanzado el límite de la boca, levantar el tubo rígido y el flujo de cerveza se detendrá automáticamente. Pasar a la segunda botella y así sucesivamente hasta que las llenemos todas. No llenar las botellas hasta arriba, dejar siempre unos 4 cm entre el líquido y el límite de la boca. Colocar una chapa en la boca de la botella, o en la corona del chapador  manteniendo juntas las palancas y bajarlas gradualmente hasta que estén en posición horizontal.

    Después de unas cuantas veces se adquirirá rapidez. Para terminar, si al embotellar la cerveza se han manchado las botellas por fuera, aclarar con un poco de agua.

  4. Maduración y conservación de la cerveza. 

    Colocar las botellas en posición vertical durante 7 días a una temperatura comprendida entre los 20 y los 23ºC (no al sol), para facilitar el desarrollo del gas de la cerveza de forma natural. A la semana, cambiar a un sitio mas fresco para que madure y clarifique. A partir de unas cuatro semanas desde el embotellado, la cerveza ya se puede beber, aunque mejorará bastante si se deja un poco mas de tiempo. Se puede ir probando la cerveza al mes de embotellar, a las 5 semanas, etc e ir viendo los cambios. Esta maduración es importante que sea a temperatura más fresca. A esta temperatura la cerveza continuará mejorando durante unos meses y se podrá beber dentro de los 8-10 meses posteriores a la fecha de embotellado o mas si se guarda en un lugar fresco y oscuro.

    Siempre que las botellas se mantengan constantemente a una temperatura fresca y resguardadas de la luz, la cerveza podrá durar perfectamente esos 8-10 meses o incluso mas. La cerveza recién hecha, está como aguada, suave y muy amarga. Según pasan las semanas la cerveza toma cuerpo, desarrolla gas y se suaviza el amargor. Ir probando la cerveza según pasa el tiempo y ver cuándo nos gusta más.

7 comentarios en «Cómo hacer Cerveza | Manual de Instrucciones»

    • Hola James, te sugiero lo hagas en 2 veces, es decir la mitad de cada vez. Si viene con 2 latas, lo mas probable es que el contenido de cada uno sea distinto, por lo que deberías utilizar la mitad de cada una en cada elaboración. Mientras vuelves a hacer la segunda cerveza, puedes guardar en la nevera la malta y levadura.

      Responder
  1. Buenos días:
    Compré un Kit de extracto hace un par de años, hice la cerveza me salió ESTUPENDA!! me gustaría hacer más, tengo todos los utensilios pero me faltan los ingredientes; malta, lúpulo y levadura ¿no los vendéis? No los encuentro en vuestra página.
    Mil gracias.

    Responder

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